Estudio de la Sostenibilidad en la Educación

El objetivo número 4, de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles adoptados por las Naciones Unidas en 2015, es garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Un objetivo que se encuentra relacionado inevitablemente con el resto de los objetivos y que se transforma en una meta ambiciosa, dado que para alcanzar estas metas, todo el mundo tiene que hacer su aporte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, y todos nosotros.

La educación se transforma en una herramienta clave de las sociedades en el mundo, ya que cuando las personas acceden a una educación de calidad, pueden escapar del ciclo de la pobreza, se reducen las desigualdades y se logra la igualdad de género.

Esto permite además que las personas se sientan más empoderadas y lleven adelante  una vida más saludable y sostenible.

La educación es también la piedra angular para promover la empatía y tolerancia 

entre las personas, y favorece a crear sociedades sin violencia.

En fundament, durante el año 2021 una de nuestras apuestas fue conocer, comprender y profundizar en el estado del sistema educativo, comprobar cuál fue y es su efectividad y el impacto de la educación tal como la conocemos en nuestro mundo actual. 

Para tal fin, nos pareció adecuado medir de forma cuantitativa, a través de un cuestionario de google, la relación y el efecto que sienten los estudiantes de diversas edades contemplando sus capacidades de aprendizaje y los de distintos métodos de la educación a través del tiempo.

Una mirada por los datos:

El total de las respuestas recabadas resultaron en total de 163. El 69,9% corresponden a mujeres, el 29,4% a hombres y un porcentaje del 1,2% prefiere no indicarlo. 

Asimismo mayor parte de las respuestas provienen de países latinos, cuya edad de respuesta mayoritaria abarca el rango de 41 a 50 años

El 63,6% de los participantes indica que se ha formado en Educación y el 7,6% otro de los porcentajes que resaltan indican que se formaron en Administración y Gestión. Le siguen Sanidad, Comercio y Marketing. 

Es aquí donde podemos entrelazar los primeros datos, en donde se expone que el mayor porcentaje de respuestas corresponde a mujeres (69,6%)  y a su vez, se indica que el 63,6% se ha formado en Educación. 

Teniendo en cuenta este dato, podemos determinar que la docencia es una profesión históricamente dominada por las mujeres, especialmente en las primeras etapas de la enseñanza.

En Argentina, por ejemplo, la feminización del rol docente se remonta a un proyecto político, histórico y pedagógico de la clase política de finales del siglo XIX que aseguraba que la educación era una labor pertinente para las mujeres que ya realizan tareas de enseñanzas en el hogar y seguir haciéndolo en la escuela era algo normal.

Asimismo, llama la atención, que más allá de ser una de las profesiones con un marcado deterioro de sus condiciones laborales, sobre todo en los países latinoamericanos, sea cada vez más elegida por las jóvenes. 

Otro de los datos que pudimos extraer de la encuesta es que el 42,4% de los participantes marcó como útil su etapa escolar, no obstante, el 49,1% considera que no fue útil su etapa escolar. Por otra parte, el 23,1% indica que no se respetaban sus necesidades ni ritmos de aprendizajes en la escuela. 

Lo cual deja en evidencia que la pedagogía utilizada tal vez no era la más adecuada.

De la encuesta podemos extraer también que el rango de edad (41 a 50 años) más importante en la encuesta, forman parte de la llamada Generación X  o también conocida como Generación MTV. 

Esta generación, nacida entre 1965 y 1981 no ha tenido una vida sencilla, ya que, tras un periodo agitado, tener un buen trabajo era un gran reto. Trabajar y rendir era su doctrina de vida, dejando de lado el idealismo.  

El individualismo, la ambición y la adicción al trabajo son los ideales en los que se han desarrollado.

Es aquí donde podemos suponer que se entrelazan y se corresponden los datos de edad, el género femenino abocado específicamente al tipo de carrera que sobresale al resto en la encuesta, Educación.

Por otra parte, otro dato revelador informa que un 27,7% señala que la escuela los preparó medianamente para la vida. Este dato está íntimamente relacionado con el porcentaje que indica que la escuela no respondía a sus necesidades.

Otro dato revelador indica que el 61,7% de los encuestados, señala que sus capacidades no se desarrollaron satisfactoriamente en la época escolar. 

Este dato puede estar relacionado a la misma generación X que de niños en los años 1970, vivieron una época de cambios en los valores sociales, con una reducida supervisión de los adultos. Esto fue el resultado del aumento de las tasas de divorcio y de la mayor participación de las madres en el mercado laboral, antes de la amplia disponibilidad de opciones de cuidado de los niños fuera del hogar.

Es probable que esta generación haya requerido ayuda de sus maestros pero de otra índole, diferente a la que venían impartiendo en sus currículas escolares. 

Tal vez esta falta que las personas remarcan en la encuesta esté relacionada a otras herramientas que hubieran ayudado a comprender mejor al mundo, como ser la meditación, desarrollo de la creatividad, pensamiento crítico y toma de decisiones, cuidados del medio ambiente, entre otros.

Por otro lado, y no menos importante, en la encuesta queda de manifiesto que un 59,4% indica que su relación con sus profesores o maestros era distante, es decir el profesor se limitaba solo a enseñar conocimientos pedagógicos. 

Hoy en día, está de manifiesto que la relación docente-alumno, tiene que ir mucho más allá de un vínculo meramente educativo; ya que es tarea del docente acompañar y guiar a sus alumnos.

El tiempo que comparte un docente con sus alumnos es muy importante y tanto su conducta, carácter y opiniones pueden repercutir considerablemente en sus alumnos por años e incluso para toda su vida en áreas como las relaciones interpersonales o su relación con un superior.

Un docente puede lograr que un alumno se apasione por una materia o identifique más de sus intereses, aunque también puede entorpecer su crecimiento personal y académico si no hace uso de los métodos adecuados o no tiene la empatía necesaria para lidiar con ciertas situaciones.

Por último, un 31,7% de las personas indicaron que el conocimiento que aportó la educación escolar a su vida fue más o menos importante. Y esto puede ser debido a que la mayoría pudo continuar con sus estudios, pero hubieran esperado recibir mucho más de la etapa escolar.

Volviendo a lo anterior indicado, estos porcentajes van de la mano de la época, los valores que prevalecían en ese momento, en el cual poder alcanzar estudios terciarios o universitarios es un logro más que importante y más si eso decantaba en un buen puesto laboral.

De lo hard a lo soft:

La técnica de encuesta, nos fue de mucha ayuda, ya que nos permitió obtener y elaborar datos de modo rápido y eficaz.

No obstante, consideramos hacer una pregunta abierta dentro de la misma encuesta “¿Qué te hubiera gustado aprender que no te enseñaron?” y los resultados fueron llamativos y nos resultaron sumamente reveladores e interesantes.

En esta pregunta, las respuestas fueron muy variadas por lo que creímos oportuno realizar un mapeo y categorizar por áreas. 

De esta manera, surge un área de conocimiento a la que categorizamos como Soft Skills, que son aquellas capacidades personales que no son materia de estudio dentro del ámbito escolar y las cuales podrían empezar a desarrollarse.

Estas materias de estudio son creatividad, inteligencia emocional, meditación, pensamiento y análisis crítico, cultura de paz, organización colectiva y asamblearia, manejo del dinero, el tiempo y la alimentación. 

Por otra parte, surgió también la necesidad de contar con conocimientos en oficios ocupacionales, como ser primeros auxilios, manualidades y gastronomía.

Otra de las categorías que surge es la de metodologías, como ser aprender a confeccionar proyectos, investigar, adquirir técnicas de estudio, poder experimentar fuera del aula con la naturaleza, poder llevar a la práctica todo lo aprendido.

Surge la categoría de comunicación, en donde los encuestados indican que les hubiera gustado aprender idiomas, lenguaje de señas, y educación cívica.

Arte, como otra categoría, en la cual surge la necesidad de artes plásticas, teatro y música.

Autoestima, como una de las áreas que brinden herramientas para aprender a valorarnos, optimizar la confianza, autonomía, gestión del miedo y liderazgo.

Muchas son las herramientas que los encuestados plantean como un ideal para sumar a la currícula escolar, que ayuden a explorar, comprender, empatizar no sólo con uno mismo, la gente que nos rodea, sino también con la sociedad en general.

Pasando en limpio:

Teniendo en cuenta la información relevada, y haciendo foco en nuestro objetivo, queda de manifiesto que la educación tradicional, si bien es útil, como herramienta, no alcanza, no ayuda a los niños y jóvenes a comprender y afrontar de mejor manera el mundo.

Como ya lo planteó Martínez Huerta, el lugar de aprendizaje, la escuela puede ayudar al alumnado a entender su impacto sobre el planeta, a valorar las evidencias por sí mismos/as, y a darles los conocimientos y las habilidades que necesitan para ser miembros activos de la sociedad.

Como ámbito de acción, la escuela -desde la innovación y la mejora- puede mostrar formas de vivir que sean modelos de buenas prácticas para el alumnado y su comunidad, ofrecerles la oportunidad de concretar la idea de desarrollo sostenible a través de las experiencias de aprendizaje diarias y contribuir a una vida sostenible.

Si bien la educación tradicional, con profesores tradicionales y metodologías tradicionales funcionan, no son necesariamente completos ni abarcativos para la sociedad actual y sus problemáticas.

En fundament creemos que la respuesta es empezar a trabajar sobre la educación sostenible, como el camino ideal que proporcione a los educandos los conocimientos, las competencias, las actitudes y los valores necesarios para tomar decisiones fundamentadas y llevar a cabo acciones responsables en favor de la integridad del medio ambiente, la viabilidad de la economía y una sociedad justa.

Poder brindar estas herramientas a nuestros alumnos, la posibilidad de comprenderse y comprender el mundo, poder aumentar su conciencia y el aprendizaje sobre la sostenibilidad -proporcionándoles las habilidades que necesitan para participar, ahora y en el futuro, en los proyectos encaminados a conseguir- y desarrollar hábitos sostenibles.

El cambio es de todos. 

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Photo by Keren Fedida on Unsplash

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