El reciente Foro Económico y Social del Mediterráneo destaca los mismos problemas que nuestro estudio sobre sostenibilidad turística ha venido señalando durante tres años consecutivos: el actual modelo está agotado y requiere un cambio de paradigma.
«Superar récords turísticos no es un éxito: es un fracaso del modelo»
El Foro Mediterráneo 2025 ha reunido recientemente a académicos, economistas, urbanistas, ecologistas, empresarios y responsables institucionales para analizar los desafíos del turismo en un escenario de emergencia climática. La conclusión compartida por los expertos, según recoge el Diario de Ibiza, es contundente: «La crisis climática exige abandonar el modelo intensivo y avanzar, cuanto antes, hacia un turismo regenerativo, circular e inteligente».
Esta visión profesional coincide notablemente con los resultados de nuestro estudio anual sobre la percepción del turismo en Mallorca. Si los expertos advierten de la necesidad de transformación, los datos de la ciudadanía lo confirman con una claridad abrumadora.
Como afirmó Xavier Pastor, expresidente del GOB y Greenpeace España, durante el Foro: «Superar récords turísticos no es un éxito: es un fracaso del modelo». Esta perspectiva refleja exactamente lo que nuestro estudio ha detectado: un agotamiento del modelo actual que genera más problemas que beneficios para los residentes.
Los datos ciudadanos confirman la teoría experta
Nuestro estudio, realizado por tercer año consecutivo entre noviembre de 2024 y marzo de 2025 con 440 participantes, muestra tendencias que validan las preocupaciones expresadas por los expertos del Foro Mediterráneo:
- 97,4% de los residentes (+1,5% respecto a 2023) considera que el turismo afecta negativamente al medio ambiente
- 97,7% (+1,0%) asocia directamente el turismo con el aumento de precios en la isla
- 93,5% (+10,5%) siente que el turismo degrada su calidad de vida
- 90,1% (+34,5%) percibe que el turismo deteriora la calidad del transporte público
Esta evolución de las percepciones ciudadanas coincide con el mensaje de Dirk Glaesser, director de Turismo Sostenible de la OMT, quien durante el Foro advertía que «el turismo del futuro no puede basarse solo en volumen: debe regenerar tejido social y preservar recursos».
2024: el año en que la preocupación teórica se transformó en acción ciudadana
Si el Foro Mediterráneo ha señalado la urgencia teórica del cambio, nuestros datos muestran que la ciudadanía ha pasado ya a la acción. El 51,6% de los encuestados participó en alguna manifestación o actividad relacionada con el turismo durante 2024, un año marcado por movilizaciones históricas:
- La manifestación de mayo con aproximadamente 10.000 participantes exigiendo regulaciones más estrictas para la compra de propiedades por no residentes
- La mayor manifestación contra el turismo masivo en la historia de la isla el 21 de julio, reuniendo entre 20.000 y 50.000 personas bajo el lema «Cambiemos el rumbo: pongamos límites al turismo»
- Ocupaciones simbólicas de playas por el movimiento «Ocupem Les Nostres Platges» en lugares emblemáticos como Caló des Moro y S’Arenal
Esta movilización sin precedentes demuestra que la paciencia ciudadana ha alcanzado su límite, confirmando lo que Antoni Riera, catedrático de Economía Aplicada y director de la Fundación Impulsa Baleares, expresó en el Foro: «La sostenibilidad ya no es una opción, es una condición de viabilidad para que el turismo mediterráneo siga siendo competitivo y deseable».
La cuestión habitacional: del debate profesional a la angustia cotidiana
El Foro Mediterráneo dedicó una de sus mesas específicamente a la sostenibilidad social, donde el impacto del turismo sobre la vivienda emergió como problema central. Eduard Clavell, abogado experto en vivienda, expresó en el foro que «Vemos más turistas, pero menos vivienda. Más empleo precario y más desigualdad. Es un modelo en decadencia».
Esta realidad teórica se confirma con la experiencia vivida: casi un tercio de los participantes en nuestro estudio (31,3%) identificó el acceso a la vivienda como su principal preocupación, priorizando regulaciones estrictas para alojamientos turísticos y compras de propiedades por no residentes.
La preocupación habitacional se refleja también en nuestros datos demográficos, que muestran cambios en la composición de los hogares: más personas viviendo solas (16,9% frente al 13,3% en 2023) o con solo una persona más (40,2% frente al 31,4%), y menos hogares grandes. Estos patrones sugieren adaptación a la presión habitacional, alineándose con la advertencia de José Manuel Orengo, secretario general de Balears.t, quien afirmó en el Foro que «tenemos que construir vivienda, pero también decidir dónde, cómo y para quién, sin expulsar a quienes sostienen esta tierra».
De la cantidad a la calidad: un clamor ciudadano que coincide con la visión experta
Cuando preguntamos qué único aspecto del turismo cambiarían, casi el 60% de los participantes citó la necesidad de reducir y controlar el volumen turístico. Este mensaje ciudadano se alinea perfectamente con la visión de expertos como Inma Saranova, directora ejecutiva de Ibiza Preservation, quien durante el Foro afirmó que «el turismo crecerá hasta que el cambio climático imponga el límite».
Lejos de rechazar el turismo en sí, la mayoría de residentes abogan por una transformación hacia un modelo que:
- Priorice la calidad sobre la cantidad
- Regule el alojamiento turístico para garantizar vivienda a los locales
- Controle la movilidad para reducir la congestión
- Proteja los recursos naturales
- Preserve la identidad cultural
Como resumió Antonio Doménech, CEO de Ibiza Velas, durante el Foro: «Todos debemos avanzar en sostenibilidad, y después comunicarlo». Nuestro estudio confirma que la ciudadanía está lista para ese avance, pero exige medidas concretas y no solo retórica.
Mirando al futuro: soberanía local y equilibrio ecológico
A pesar de la crítica a la situación actual, nuestro estudio revela que los residentes mantienen una visión constructiva para el futuro. Cuando preguntamos qué aspectos del turismo les gustaría preservar para las generaciones futuras, los participantes valoraron principalmente:
- Equilibrio ecológico (24,8%): Un modelo turístico que respete y regenere el entorno natural de Mallorca
- Soberanía local (24,8%): El control de los residentes sobre cómo, cuándo y qué tipo de turismo desean
- Autenticidad cultural (20,1%): Un turismo que contribuya a preservar la identidad mallorquina
Notablemente, un 20,1% de los encuestados rechazó explícitamente el modelo actual en su totalidad, afirmando que no hay nada que merezca ser preservado—una señal de cuán profundamente el sistema actual ha erosionado la confianza.
Esta visión ciudadana entronca con el mensaje final del Foro Mediterráneo: el turismo debe volver a ser una herramienta de bienestar, no una amenaza. Para ello, como concluyó Antoni Riera, «no basta con mitigar impactos. El turismo debe generar valor positivo».
Un diagnóstico compartido: es hora de actuar
La convergencia entre la opinión experta del Foro Mediterráneo y la experiencia ciudadana reflejada en nuestro estudio refuerza la conclusión principal: el modelo turístico actual de Mallorca está obsoleto y no puede continuar sin generar fracturas sociales cada vez más profundas.
La sociedad mallorquina demanda, con una claridad sin precedentes, un nuevo contrato social en torno al turismo, que equilibre la prosperidad económica con:
- La preservación territorial
- El derecho a la vivienda
- La protección de la identidad cultural
- La dignidad y calidad de vida de los residentes
Como expresó Cristina Martín, directora de Diario de Ibiza y moderadora del Foro, la sostenibilidad social debe traducirse en acción colectiva. No basta con diagnósticos certeros si no se transforman en decisiones valientes.
El camino hacia adelante no es sencillo ni cómodo. Requerirá cambios significativos de todas las partes interesadas, incluyendo gobierno, industria y los propios residentes. Pero el mensaje de nuestro estudio, reforzado por las conclusiones del Foro Mediterráneo, es claro: el momento de los ajustes incrementales ha pasado. Mallorca se encuentra en una encrucijada, y las decisiones que se tomen ahora determinarán si el turismo se convierte en una fuerza regenerativa o continúa en su actual trayectoria extractiva.
Este análisis se basa en el Estudio sobre la Sostenibilidad Social del Turismo en Mallorca 2024, realizado entre noviembre de 2024 y marzo de 2025. El estudio completo puede consultarse en Aqui.